Conclusión
Me entretuve mucho haciendo este trabajo ya que siento una gran admiración hacia estos grandes artistas nacionales, porque ellos son los creadores de un estilo musical propio de la cultura nacional y esto los engrandece, su memoria permanecerá por siempre.
Autores como Víctor Jara, Violeta Parra, Rolando Alarcón y tantos otros lograron crear un estilo musical propio y único, lo que les vale estar en lo más alto de la música popular latinoamericana. Y más allá de nuestro continente traspasaron las fronteras del mundo entero, con tonadas memorables y únicas que son recordadas hasta nuestros días y que no se olvidaran jamás. Porque su música trasciende en el tiempo.
Estimados lectores les invito a oír lo que es nuestro, lo que es creado por chilenos, por hombre de nuestra patria que dejaron su huella marcada en la historia nacional y que seguirá perdurando en el tiempo eternamente.
Escuchen música con sentido en todo ámbito político y social que a través de la música es un canal para expresar los sentimientos de un pueblo entero.
lunes, 21 de abril de 2008
inti illimani
El nacimiento del grupo: 1967
En el seno del movimiento político-musical conocido como la Nueva Canción Chilena, que tomó fuerza y protagonismo en Chile entre la segunda mitad de los sesenta y principios de los setenta y en torno al festivo ambiente de peñas folklóricas en la Universidad Técnica del Estado (UTE),[1] un grupo de estudiantes se une para conformar un sexteto conformado por Óscar Guzmán, Pedro Yáñez, Horacio Durán (quienes previamente se habían presentado en diversas peñas como Trío EAO[2] ), Ciro Retamal, Luis Cifuentes y Jorge Coulón (quienes participaban en el marco de la Peña de la UTE). Este grupo comienza a ensayar (tres guitarras, charango, quena y bombo) y de esta forma se da el impulso para proyectar lo que tiempo después sería Inti Illimani.[3] A los pocos días se integra Max Berrú, Luis Espinoza (quien se va al poco tiempo) y se retira Luis Cifuentes.[4]
En agosto de 1967, el guitarrista clásico Eulogio Dávalos al presenciarlos en una actuación, los invita especialmente a su casa. Según algunas versiones, fue él personalmente quien los bautizó como Inti-Illimani; según otras, su hermana Gloria fue quien propuso bautizar al grupo como "hijos del Illimani". De todas formas, fue en su hogar donde el grupo pasó a llamarse "Inti-Illimani", que en lengua quechua significa "Sol del Illimani" (Illimani es un volcán ubicado en los montes bolivianos que se ve imponente desde La Paz, Bolivia).[5]
partir del golpe militar de 1973, en Chile se vive una dictadura militar, que deja un saldo de miles de opositores asesinados, detenidos desaparecidos, torturados y exiliados. Entre las miles de víctimas estuvo Víctor Jara, colaborador cercano de Inti-Illimani y uno de los principales representantes del movimiento de la Nueva Canción Chilena.
El conjunto, con prohibición de retornar a Chile, reside forzosamente desde entonces hasta 1988 en Italia, país desde el cual combina su actividad creativa y de conciertos por todo el mundo, con el apoyo a la lucha por el respeto a los derechos humanos, el fin de la dictadura y el retorno de la democracia en su país natal. Entre sus giras por todo el mundo (incluyendo los principales escenarios de Europa, Australia y Estados Unidos), tocan tres veces en localidades fronterizas con Chile: Tacna (Perú) en 1982, Mendoza (Argentina) en 1985, y en la misma localidad en 1986, conciertos a los cuales asiste gran cantidad de compatriotas que cruzan especialmente la frontera de su país.
Musicalmente, la producción discográfica del conjunto en los primeros cuatro años de exilio (hasta 1977) combina discos de recopilación de música folclórica tradicional latinoamericana con arreglos originales del conjunto, especialmente de Horacio Salinas y José Seves, y discos de canciones con un fuerte componente de protesta política frente a la dictadura militar encabezada por Pinochet.
En septiembre de 1988, estando de gira por Estados Unidos, los integrantes del conjunto se enteran en Nueva York de que ha sido derogada la prohibición de ingresar a Chile que pesaba sobre ellos, impuesta por la dictadura de Pinochet. Retornan inmediatamente al país, siendo recibidos por una multitud en el Aeropuerto Pudahuel de Santiago que los acompaña en una caravana de vehículos hasta el centro de la ciudad.
Se suman de inmediato a la campaña por el No a Pinochet en el plebiscito convocado por éste para el 5 de octubre de 1988. Dentro de este marco, realizan un concierto multitudinario junto al grupo Illapu en la población "La Bandera", convocado por la coalición "Izquierda Unida", conformada por el Partido Comunista, el Partido Socialista (Almeyda), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria y otras organizaciones políticas y sociales opositoras al régimen
El nacimiento del grupo: 1967
En el seno del movimiento político-musical conocido como la Nueva Canción Chilena, que tomó fuerza y protagonismo en Chile entre la segunda mitad de los sesenta y principios de los setenta y en torno al festivo ambiente de peñas folklóricas en la Universidad Técnica del Estado (UTE),[1] un grupo de estudiantes se une para conformar un sexteto conformado por Óscar Guzmán, Pedro Yáñez, Horacio Durán (quienes previamente se habían presentado en diversas peñas como Trío EAO[2] ), Ciro Retamal, Luis Cifuentes y Jorge Coulón (quienes participaban en el marco de la Peña de la UTE). Este grupo comienza a ensayar (tres guitarras, charango, quena y bombo) y de esta forma se da el impulso para proyectar lo que tiempo después sería Inti Illimani.[3] A los pocos días se integra Max Berrú, Luis Espinoza (quien se va al poco tiempo) y se retira Luis Cifuentes.[4]
En agosto de 1967, el guitarrista clásico Eulogio Dávalos al presenciarlos en una actuación, los invita especialmente a su casa. Según algunas versiones, fue él personalmente quien los bautizó como Inti-Illimani; según otras, su hermana Gloria fue quien propuso bautizar al grupo como "hijos del Illimani". De todas formas, fue en su hogar donde el grupo pasó a llamarse "Inti-Illimani", que en lengua quechua significa "Sol del Illimani" (Illimani es un volcán ubicado en los montes bolivianos que se ve imponente desde La Paz, Bolivia).[5]
partir del golpe militar de 1973, en Chile se vive una dictadura militar, que deja un saldo de miles de opositores asesinados, detenidos desaparecidos, torturados y exiliados. Entre las miles de víctimas estuvo Víctor Jara, colaborador cercano de Inti-Illimani y uno de los principales representantes del movimiento de la Nueva Canción Chilena.
El conjunto, con prohibición de retornar a Chile, reside forzosamente desde entonces hasta 1988 en Italia, país desde el cual combina su actividad creativa y de conciertos por todo el mundo, con el apoyo a la lucha por el respeto a los derechos humanos, el fin de la dictadura y el retorno de la democracia en su país natal. Entre sus giras por todo el mundo (incluyendo los principales escenarios de Europa, Australia y Estados Unidos), tocan tres veces en localidades fronterizas con Chile: Tacna (Perú) en 1982, Mendoza (Argentina) en 1985, y en la misma localidad en 1986, conciertos a los cuales asiste gran cantidad de compatriotas que cruzan especialmente la frontera de su país.
Musicalmente, la producción discográfica del conjunto en los primeros cuatro años de exilio (hasta 1977) combina discos de recopilación de música folclórica tradicional latinoamericana con arreglos originales del conjunto, especialmente de Horacio Salinas y José Seves, y discos de canciones con un fuerte componente de protesta política frente a la dictadura militar encabezada por Pinochet.
En septiembre de 1988, estando de gira por Estados Unidos, los integrantes del conjunto se enteran en Nueva York de que ha sido derogada la prohibición de ingresar a Chile que pesaba sobre ellos, impuesta por la dictadura de Pinochet. Retornan inmediatamente al país, siendo recibidos por una multitud en el Aeropuerto Pudahuel de Santiago que los acompaña en una caravana de vehículos hasta el centro de la ciudad.
Se suman de inmediato a la campaña por el No a Pinochet en el plebiscito convocado por éste para el 5 de octubre de 1988. Dentro de este marco, realizan un concierto multitudinario junto al grupo Illapu en la población "La Bandera", convocado por la coalición "Izquierda Unida", conformada por el Partido Comunista, el Partido Socialista (Almeyda), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria y otras organizaciones políticas y sociales opositoras al régimen
Quilapayun
Quilapayún se formo algún día de Junio/Julio de 1965, cuando Julio Numhauser y Julio Carrasco buscaban un tercer integrante para un conjunto folklorico que se diferenciara de lo hasta ese momento existente en Chile. Es así como se integra Eduardo Carrasco, con lo que el trio comienza a realizar esporádicas presentaciones en Peñas universitarias. A esta formación inicial se integraría Patricio Castillo (cuya presencia intermitente duraría hasta 1970) y más tarde en forma definitiva, Carlos Quezada, Willy Oddó, Hernán Gómez y Rodolfo Parada.
Luego de trabajar un breve lapso con Ángel Parra y de tener sus primeras actuaciones en peñas de Valparaíso y la capital, Quilapayún integra como director artístico a Víctor Jara, con quien adoptarán el modo interpretativo y escénico que los volvería célebres junto a sus barbas y ponchos negros.
Luego de dos discos en el que esbozaron su línea temática y musical, graban en 1968 el LP “Por Vietnam” en el que adoptan el estilo que los volverá un paradigma de la canción popular revolucionaria. En 1970 graban la "Cantata Santa María de Iquique” de Luis Advis, que se vuelve una obra esencial de la música chilena y modelo para trabajos del mismo tipo que se realizaron en Hispanoamérica.
Luego del triunfo de Salvador Allende en 1970 se vuelven embajadores culturales chilenos y aumentan sus giras por Europa y obtienen grandes éxitos en Argentina y Uruguay. En esa época alternan canciones y obras de apoyo decidido a la causa de la Unidad Popular y de ataque a los sectores conservadores con trabajos como Quilapayún 5, donde esbozan nuevos caminos creativos, marcados por el ingreso de su director, Eduardo Carrasco, al conservatorio. Su apoyo al gobierno de Allende tiene su punto máximo en la presentación en el Festival de Viña del Mar en febrero de 1973, donde generan un escándalo de tales proporciones entre sus adherentes y detractores que provocaron la suspensión de la primera etapa del certamen.
Sin embargo, a fines de los ’70 el conjunto reformula su planteamiento entre el arte y la política y, junto con su marginación del Partido Comunista y relación con el pintor surrealista chileno Roberto Matta, levantan su compromiso con “La revolución y las estrellas” que les genera un fuerte desarraigo con la izquierda chilena. En esta segunda etapa en el exilio alcanzan altos grados de desarrollo musical, primero por el trabajo de taller desarrollado al interior del grupo y posteriormente por la colaboración con músicos doctos como Gustavo Becerra, Juan Orrego Salas y la incorporación al grupo del entonces joven compositor chileno Patricio Wang
Quilapayún se formo algún día de Junio/Julio de 1965, cuando Julio Numhauser y Julio Carrasco buscaban un tercer integrante para un conjunto folklorico que se diferenciara de lo hasta ese momento existente en Chile. Es así como se integra Eduardo Carrasco, con lo que el trio comienza a realizar esporádicas presentaciones en Peñas universitarias. A esta formación inicial se integraría Patricio Castillo (cuya presencia intermitente duraría hasta 1970) y más tarde en forma definitiva, Carlos Quezada, Willy Oddó, Hernán Gómez y Rodolfo Parada.
Luego de trabajar un breve lapso con Ángel Parra y de tener sus primeras actuaciones en peñas de Valparaíso y la capital, Quilapayún integra como director artístico a Víctor Jara, con quien adoptarán el modo interpretativo y escénico que los volvería célebres junto a sus barbas y ponchos negros.
Luego de dos discos en el que esbozaron su línea temática y musical, graban en 1968 el LP “Por Vietnam” en el que adoptan el estilo que los volverá un paradigma de la canción popular revolucionaria. En 1970 graban la "Cantata Santa María de Iquique” de Luis Advis, que se vuelve una obra esencial de la música chilena y modelo para trabajos del mismo tipo que se realizaron en Hispanoamérica.
Luego del triunfo de Salvador Allende en 1970 se vuelven embajadores culturales chilenos y aumentan sus giras por Europa y obtienen grandes éxitos en Argentina y Uruguay. En esa época alternan canciones y obras de apoyo decidido a la causa de la Unidad Popular y de ataque a los sectores conservadores con trabajos como Quilapayún 5, donde esbozan nuevos caminos creativos, marcados por el ingreso de su director, Eduardo Carrasco, al conservatorio. Su apoyo al gobierno de Allende tiene su punto máximo en la presentación en el Festival de Viña del Mar en febrero de 1973, donde generan un escándalo de tales proporciones entre sus adherentes y detractores que provocaron la suspensión de la primera etapa del certamen.
Sin embargo, a fines de los ’70 el conjunto reformula su planteamiento entre el arte y la política y, junto con su marginación del Partido Comunista y relación con el pintor surrealista chileno Roberto Matta, levantan su compromiso con “La revolución y las estrellas” que les genera un fuerte desarraigo con la izquierda chilena. En esta segunda etapa en el exilio alcanzan altos grados de desarrollo musical, primero por el trabajo de taller desarrollado al interior del grupo y posteriormente por la colaboración con músicos doctos como Gustavo Becerra, Juan Orrego Salas y la incorporación al grupo del entonces joven compositor chileno Patricio Wang
Angel parra
Ángel Parra (n. Valparaíso, 1943), nombre artístico de Ángel Cereceda Parra, es un cantautor chileno, hijo de Violeta Parra y de Juan Cereceda Arenas, maquinista de ferrocarril. A fines de los años 50 publica un miniálbum junto al grupo Los Norteños y una recopilación de villancicos folclóricos y originales bajo el título de "Cuatro villancicos chilenos".
En 1960 Ángel Parra trabaja en los inicios de la TV chilena, donde cumple diversas labores desde tramoya hasta artista y asistente de dirección. Repite la experiencia en Uruguay, donde llega a ser director. En 1961 recorre Europa junto a su madre y su hermana Isabel Parra, lo que les permite formar el célebre dúo de Los Parra y, además, traer la idea de hacer una peña, que sería realidad en 1965 bajo el nombre de "La Peña de los Parra", donde cantarían otras figuras como Víctor Jara, Rolando Alarcón y Patricio Manns.
En 1965 comienza su larga travesía en obras unitarias de largo aliento con el "Oratorio para el pueblo" y poco tiempo después ayuda a la formación del naciente grupo Quilapayún, cosa que repetiría poco después con el conjunto Los Curacas.
Rápidamente se vuelve un puntal del movimiento de la Nueva Canción Chilena. La música de Ángel Parra oscilaría entre la canción protesta y el folclore chileno, cantando en ocasiones con su hermana Isabel Parra. Debido a sus ideas políticas de izquierda y a su vinculación con la Unidad Popular de Salvador Allende, en 1973, tras el Golpe de Estado de Pinochet es detenido en el Estadio Nacional y el campo de concentración en Chacabuco. En ese período escribe "La pasión según San Juan, Oratorio de Navidad" que graba y publica en Europa apenas es liberado.
En el exilio, reside en México y Francia, dedicado esencialmente a denunciar por el mundo la dolida situación chilena. La producción discográfica no descansa, destacando de ese período el lp de Guitarra Popular Chilena, "La prochaine fois", y el último disco grabado con Isabel, en 1981.
Vuelve a Chile en 1989 para realizar una gira, dando paso después a un período de constantes venidas al país aunque residiendo en Francia. En la década de 1990 su producción es aún más abundante, incluyendo un disco sobre los 500 años del descubrimiento de América (con letras de Ramón Chao), el 50º aniversario de la muerte de Gabriela Mistral, cuecas choras, homenajes a Violeta Parra y otros (Mezclado por Walter Gonzalez en Filmocentro Estudios).
Ángel Parra (n. Valparaíso, 1943), nombre artístico de Ángel Cereceda Parra, es un cantautor chileno, hijo de Violeta Parra y de Juan Cereceda Arenas, maquinista de ferrocarril. A fines de los años 50 publica un miniálbum junto al grupo Los Norteños y una recopilación de villancicos folclóricos y originales bajo el título de "Cuatro villancicos chilenos".
En 1960 Ángel Parra trabaja en los inicios de la TV chilena, donde cumple diversas labores desde tramoya hasta artista y asistente de dirección. Repite la experiencia en Uruguay, donde llega a ser director. En 1961 recorre Europa junto a su madre y su hermana Isabel Parra, lo que les permite formar el célebre dúo de Los Parra y, además, traer la idea de hacer una peña, que sería realidad en 1965 bajo el nombre de "La Peña de los Parra", donde cantarían otras figuras como Víctor Jara, Rolando Alarcón y Patricio Manns.
En 1965 comienza su larga travesía en obras unitarias de largo aliento con el "Oratorio para el pueblo" y poco tiempo después ayuda a la formación del naciente grupo Quilapayún, cosa que repetiría poco después con el conjunto Los Curacas.
Rápidamente se vuelve un puntal del movimiento de la Nueva Canción Chilena. La música de Ángel Parra oscilaría entre la canción protesta y el folclore chileno, cantando en ocasiones con su hermana Isabel Parra. Debido a sus ideas políticas de izquierda y a su vinculación con la Unidad Popular de Salvador Allende, en 1973, tras el Golpe de Estado de Pinochet es detenido en el Estadio Nacional y el campo de concentración en Chacabuco. En ese período escribe "La pasión según San Juan, Oratorio de Navidad" que graba y publica en Europa apenas es liberado.
En el exilio, reside en México y Francia, dedicado esencialmente a denunciar por el mundo la dolida situación chilena. La producción discográfica no descansa, destacando de ese período el lp de Guitarra Popular Chilena, "La prochaine fois", y el último disco grabado con Isabel, en 1981.
Vuelve a Chile en 1989 para realizar una gira, dando paso después a un período de constantes venidas al país aunque residiendo en Francia. En la década de 1990 su producción es aún más abundante, incluyendo un disco sobre los 500 años del descubrimiento de América (con letras de Ramón Chao), el 50º aniversario de la muerte de Gabriela Mistral, cuecas choras, homenajes a Violeta Parra y otros (Mezclado por Walter Gonzalez en Filmocentro Estudios).
Rolando Alarcón
Rolando Alarcón Soto ( n. Santiago, 1929 - m. Santiago de Chile, 4 de febrero de 1973) fue un destacado folklorista, compositor y profesor chileno. Siendo un niño, su familia se trasladó desde la localidad de Sewell a Chillán, donde transcurrió gran parte de su formación hasta llegar a titularse de docente en la Escuela Normal de la ciudad, destacando en la parte musical como intérprete de piano. Su carrera artística comienza con el Conjunto Cuncumén, del cual es su primer director y permanece hasta 1962, donde deja una marca estética en materia de arreglos instrumentales y vocales que la gran mayoría de los conjuntos de proyección folclórica mantienen hasta hoy.
Luego de su salida, Rolando Alarcón forma un dúo con Silvia Urbina que graba un single de canciones rusas y un medio lp. En 1963 y 1964 realiza dos importantes viajes, como parte del elenco musical "Imagen de Chile" y como parte del conjunto musical de la obra "La Pérgola de las flores". En 1964 y 1965, además, alcanza un gran reconocimiento como compositor al entregarle obras a conjuntos como Los Cuatro Cuartos ("Doña Javiera Carrera", "El negro cachimbo") y las Cuatro Brujas ("Adónde vas soldado" y "Mi abuela bailó sirilla").
Grabó su primer LP en 1965, que incluye grandes éxitos como "Si somos americanos" y "Mocito que vas remando", le sigue otro larga duración de bastante éxito, tras lo cual tiene un giro más decidido hacia la Nueva Canción, lo que le cuesta la censura de dos de sus canciones (Se olvidaron de la patria y Escuche usted general). En 1968 forma su propio sello, Tiempo, que comienza con su exitoso trabajo "Canciones de la Guerra Civil Española". Con Tiempo edita numerosos trabajos hasta "El alma de mi pueblo", su última producción de 1972. Gana el festival de Viña del Mar junto al dúo Los Emigrantes en 1970 con la canción "El hombre" y participa en el Festival de Cosquín de 1971. En 1972, además, es designado como Asesor Musical del Ministerio de Educación.
Tras una extensa gira con el elenco de la Peña "Chile Ríe y Canta", fallece en 1973 producto de un paro cardíaco durante una operación por una úlcera.
Grandescantautores de la nueva cancion Chilena
Patricio manns
Infancia y juventud. Nacido en la localidad de Nacimiento, al sur de Chile, el 3 de agosto de 1937, Patricio Manns es hijo de maestros primarios; de hecho, su madre resultó esencial para que cultivara su interés por la lectura. En su juventud desempeña los más diversos oficios: capataz de obras, minero del carbón en Lota, reportero para el diario La Patria en Concepción y formador de la radio de la oficina salitrera de María Elena, en pleno desierto de Atacama.
Inicios en la música
Infancia y juventud. Nacido en la localidad de Nacimiento, al sur de Chile, el 3 de agosto de 1937, Patricio Manns es hijo de maestros primarios; de hecho, su madre resultó esencial para que cultivara su interés por la lectura. En su juventud desempeña los más diversos oficios: capataz de obras, minero del carbón en Lota, reportero para el diario La Patria en Concepción y formador de la radio de la oficina salitrera de María Elena, en pleno desierto de Atacama.
Inicios en la música
En el plano musical se inicia en 1959 cuando compone "Bandido", canción que es grabada en Argentina en 1962 por Los Trovadores del Norte y en Chile por Los Cuatro Cuartos. Pero será con su composición "Arriba en la Cordillera" (1965) con la que logrará el reconocimiento masivo, especialmente cuando fue editada en el exitoso álbum Entre Mar y Cordillera, de 1966. Miembro fundador junto con Rolando Alarcón y los hermanos Parra de la Peña de Carmen 340, (1965) conocida como la Peña de los Parra, a la que se suma algunos meses más tarde Víctor Jara, forjando los cimientos fundacionales del movimiento de la Nueva Canción Chilena. Manns participará activamente de las extensas jornadas de itinerancia artística denominada Chile, Ríe y Canta que se realizaban por todo el país y que eran organizadas por René Largo Farías. De esta época inicial es también su obra El Sueño Americano (1965), una de las primeras cantatas que se conocen en América Latina, que describe, a partir de la conjunción de varios patrones rítmicos característicos de diversas regiones de nuestro continente, los avatares de la historia americana, y que Manns grabaría con el conjunto Voces Andinas en un álbum de 1967. En otro de sus discos de la época, lanzado en conjunto con la cantante y folclorista Silvia Urbina, recupera las formas folclóricas que, aparentemente, se estaban perdiendo en manos de la aparición de tendencias musicales extranjeras. Este álbum llevó por título un elocuente ¡El Folclore No Ha Muerto, Mierda! (1968).
. De esta época es su disco Patricio Manns (1971), en donde aparece una de las composiciones más bellas de su obra musical "Valdivia en la Niebla" y la premonitoria "No Cierres los Ojos". Este disco fue dirigido por Luis Advis y acompañan a Manns, Inti Illimani, Los Blops, la Orquesta Sinfónica de Chile y la Orquesta Filarmónica de Santiago.
La vida en el exilio
. De esta época es su disco Patricio Manns (1971), en donde aparece una de las composiciones más bellas de su obra musical "Valdivia en la Niebla" y la premonitoria "No Cierres los Ojos". Este disco fue dirigido por Luis Advis y acompañan a Manns, Inti Illimani, Los Blops, la Orquesta Sinfónica de Chile y la Orquesta Filarmónica de Santiago.
La vida en el exilio
El golpe militar en contra del gobierno de la UP lo sorprenderá en Chile. Tras la mediación diplomática internacional logra salir del país rumbo a Cuba. El año 73 señalará el inicio de la vida en el exilio para Patricio Manns. Durante su estadía en la isla, compone y graba acompañado de la Orquesta Sinfónica de Cuba "Cuando Me Acuerdo de Mi País" y otras canciones que figuran en su LP Canción sin Límites. Colabora junto a Humberto Solás en el guión de la película La cantata de Chile (1976) y escribe los versos para la música de Leo Brouwer que da nombre al título de la película. De Cuba viaja a Francia en donde se establece y funda el grupo Karaxú en 1974, continuando con sus colaboraciones artísticas con Cuba. Desde su destierro, Manns inicia su "combate contra la dictadura" siendo portavoz de la resistencia chilena, lo que se plasma en sus producciones discográficas Canción sin Límites (1977) y con mayor fuerza tal vez en Chansons de la Résistence Chilienne (1974). En esta etapa del exilio en Europa conoce a su señora, Alejandra Lastra (1979), a la que compondrá la célebre "Balada de los Amantes del Camino de Tavernay" (1985) y se muda con ella al Camino de Tavernay, en Ginebra en el curso de ese mismo año 79.
Tal como dice el musicólogo Juan Pablo González, "...en sus 27 años de exilio, Patricio Manns estableció junto a Horacio Salinas una de las duplas creadoras más fructíferas de la historia de la música chilena", relación que comienza a plasmarse en la obra del conjunto Inti Illimani en composiciones como "Retrato" o "Vuelvo" (ambas de 1979). De esta época de trabajo junto a Salinas, se encuentra la veta originaria de canciones que con el tiempo se transformaron en verdaderos emblemas del repertorio popular latinoamericano como "El Equipaje del Destierro", "Palimpsesto" (1981), "Cantiga de la Memoria Rota" (1985) y junto a José Seves y Salinas "Samba Landó". En 1984 se muda a "Trez Vella" en Echenevex, cerca de la frontera franco-suiza. Esta etapa del exilio de Manns alcanza un alto punto creativo con el "Concierto de Trez Vella", pieza que contó con los arreglos de Alejandro Guarello y que grabó junto a Inti Illimani en 1985.
La obra con Inti Illimani quedó plasmada en dos álbumes, Con la Razón y la Fuerza, de 1982 y La Muerte No Va Conmigo, de 1986.
En 2005 graba con el Ulli Simon Ensamble en Alemania, mientras en 2006 colabora en la creación de canciones para los CD Pequeño Mundo de Inti Illimani (facción Coulón -donde se destaca la creación paralela y transversal de "Vino del Mar", "Noviembre") y Esencial de Inti-Illimani Histórico, así como en un CD de rancheras y corridos para una producción musical del Banco de Estado. Fuera de eso, su composición es especialmente relevante cuando explora las baladas y boleros en el álbum Porque Te Amé, ampliamente valorado en países como México, Perú y Chile.El Sábado 21 de abril de 2007 participa de un Encuentro de Trovadores Latinoamericanos en Lota, en el cual estuvo junto a cantautores de Chile, Argentina, Perú y Cuba. Actualmente está radicado en el litoral central chileno, donde ha desarrollado con énfasis su carrera literaria
Tal como dice el musicólogo Juan Pablo González, "...en sus 27 años de exilio, Patricio Manns estableció junto a Horacio Salinas una de las duplas creadoras más fructíferas de la historia de la música chilena", relación que comienza a plasmarse en la obra del conjunto Inti Illimani en composiciones como "Retrato" o "Vuelvo" (ambas de 1979). De esta época de trabajo junto a Salinas, se encuentra la veta originaria de canciones que con el tiempo se transformaron en verdaderos emblemas del repertorio popular latinoamericano como "El Equipaje del Destierro", "Palimpsesto" (1981), "Cantiga de la Memoria Rota" (1985) y junto a José Seves y Salinas "Samba Landó". En 1984 se muda a "Trez Vella" en Echenevex, cerca de la frontera franco-suiza. Esta etapa del exilio de Manns alcanza un alto punto creativo con el "Concierto de Trez Vella", pieza que contó con los arreglos de Alejandro Guarello y que grabó junto a Inti Illimani en 1985.
La obra con Inti Illimani quedó plasmada en dos álbumes, Con la Razón y la Fuerza, de 1982 y La Muerte No Va Conmigo, de 1986.
En 2005 graba con el Ulli Simon Ensamble en Alemania, mientras en 2006 colabora en la creación de canciones para los CD Pequeño Mundo de Inti Illimani (facción Coulón -donde se destaca la creación paralela y transversal de "Vino del Mar", "Noviembre") y Esencial de Inti-Illimani Histórico, así como en un CD de rancheras y corridos para una producción musical del Banco de Estado. Fuera de eso, su composición es especialmente relevante cuando explora las baladas y boleros en el álbum Porque Te Amé, ampliamente valorado en países como México, Perú y Chile.El Sábado 21 de abril de 2007 participa de un Encuentro de Trovadores Latinoamericanos en Lota, en el cual estuvo junto a cantautores de Chile, Argentina, Perú y Cuba. Actualmente está radicado en el litoral central chileno, donde ha desarrollado con énfasis su carrera literaria
La Nueva Canción Chilena es una de las manifestaciones más complejas y ricas de la historia de la música en Chile.fue un movimiento musical chileno que se desarrolló formalmente durante la década de 1960 Incubada desde fines de los años '50, se manifestó como una conjunción de raíces folclóricas chilenas, tradiciones musicales americanas, la escuela del Conservatorio y una carga ideológica determinada por la Revolución Cubana, la guerra de Vietnam y otros cambios en el momento politico que va desde el gobierno del democratacristiano Eduardo Frei Montalva hasta las postrimerías de la Unidad Popular y el derrocamiento del presidente socialista Salvador Allende en 1973.
Estos músicos e investigadores intentaron agregar factores propios de la música continental, incorporando instrumentos y ritmos de toda el área hispanoamericana.Para ello encontró fuentes en la proyección folclórica de Violeta Parra o Cuncumén, pero además se abrió a géneros de toda América como la baguala, la zamba, el joropo o el huayno, se volcó con inédita fuerza a la música andina y mezcló instrumentos del altiplano, el bombo legüero (Argentina), el tiple (Colombia),el rondador (Ecuador), el cuatro (Venezuela), el banjo y la guitarra eléctrica por igual.Aunque pasó en Chile sólo un par de años en la década de los '60, Violeta Parra es la mayor inspiradora de este proceso, Violeta recopiló canciones que parecían tabú, compuso otras que se integraron en la tradición viva de su pueblo y, lo que es tan importante como el resto, mantuvo una postura personal de claro compromiso con sus gentes. Violeta no lo creó todo, pero personificó ese punto donde la historia se concentra para saltar adelante, entre los que destacaron Sus hijos Isabel Parra y Ángel Parra, Víctor Jara, Patricio Manns, Rolando Alarcón y los grupos Quilapayún e Inti-Illimani i son músicos principales del movimiento, que, así como sería fortalecido por la llegada al poder de la Unidad Popular, sufriría el peor castigo luego de desencadenada la dictadura de Pinochet, durante la cual buena parte de sus figuras fue desterrada y el propio Víctor Jara, figura universal de la música chilena, fue asesinado por militares en 1973.Inti-Illimani y Quilapayún grabaron en sus inicios canciones de Bolivia, Perú y Ecuador, mientras los hermanos Parra introducían en Chile la nueva trova cubana de Silvio Rodríguez o Pablo Milanés a comienzos de los '70: Sergio Ortega, Luis Advis, Gustavo Becerra y Celso Garrido-Lecca trabajaron en obras de largo aliento como la Cantanta Santa María de Iquique (1970), La fragua (1973) o el ballet Los siete estados, de Garrido-Lecca, uno de los trabajos inconclusos en que participó Víctor Jara.
Los verdaderos frutos de la peña se conocerán en 1965 cuando la canción de Patricio Manns, Arriba en la cordillera, se empina en los primeros lugares de popularidad, así como los temas de Rolando Alarcón que son ampliamente difundidos y reproducidos por terceros.la Nueva Canción no fue un fenómeno de mercado, su principal sello fue la Discoteca del Cantar Popular (Dicap), iniciado por las Juventudes Comunistas en 1968. la primera placa publicada fue Vietnam de Quilapayún. En julio de 1969 la Universidad Católica de Chile organizó el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, en la que Victor Jara ganó con la canción Plegaria a un Labrador.Hoy la Nueva Canción sigue activa en gente como Inti-Illimani, Quilapayún, Manns o los hermanos Parra, y su relevo ha sido tomado por nuevos trovadores y músicos de fusión latinoamericana. Sólo tres décadas más tarde, relanzada por la industria a fines de los '90, esta música marginada por años recuperó su lugar al alcance del público.
Estos músicos e investigadores intentaron agregar factores propios de la música continental, incorporando instrumentos y ritmos de toda el área hispanoamericana.Para ello encontró fuentes en la proyección folclórica de Violeta Parra o Cuncumén, pero además se abrió a géneros de toda América como la baguala, la zamba, el joropo o el huayno, se volcó con inédita fuerza a la música andina y mezcló instrumentos del altiplano, el bombo legüero (Argentina), el tiple (Colombia),el rondador (Ecuador), el cuatro (Venezuela), el banjo y la guitarra eléctrica por igual.Aunque pasó en Chile sólo un par de años en la década de los '60, Violeta Parra es la mayor inspiradora de este proceso, Violeta recopiló canciones que parecían tabú, compuso otras que se integraron en la tradición viva de su pueblo y, lo que es tan importante como el resto, mantuvo una postura personal de claro compromiso con sus gentes. Violeta no lo creó todo, pero personificó ese punto donde la historia se concentra para saltar adelante, entre los que destacaron Sus hijos Isabel Parra y Ángel Parra, Víctor Jara, Patricio Manns, Rolando Alarcón y los grupos Quilapayún e Inti-Illimani i son músicos principales del movimiento, que, así como sería fortalecido por la llegada al poder de la Unidad Popular, sufriría el peor castigo luego de desencadenada la dictadura de Pinochet, durante la cual buena parte de sus figuras fue desterrada y el propio Víctor Jara, figura universal de la música chilena, fue asesinado por militares en 1973.Inti-Illimani y Quilapayún grabaron en sus inicios canciones de Bolivia, Perú y Ecuador, mientras los hermanos Parra introducían en Chile la nueva trova cubana de Silvio Rodríguez o Pablo Milanés a comienzos de los '70: Sergio Ortega, Luis Advis, Gustavo Becerra y Celso Garrido-Lecca trabajaron en obras de largo aliento como la Cantanta Santa María de Iquique (1970), La fragua (1973) o el ballet Los siete estados, de Garrido-Lecca, uno de los trabajos inconclusos en que participó Víctor Jara.
Los verdaderos frutos de la peña se conocerán en 1965 cuando la canción de Patricio Manns, Arriba en la cordillera, se empina en los primeros lugares de popularidad, así como los temas de Rolando Alarcón que son ampliamente difundidos y reproducidos por terceros.la Nueva Canción no fue un fenómeno de mercado, su principal sello fue la Discoteca del Cantar Popular (Dicap), iniciado por las Juventudes Comunistas en 1968. la primera placa publicada fue Vietnam de Quilapayún. En julio de 1969 la Universidad Católica de Chile organizó el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, en la que Victor Jara ganó con la canción Plegaria a un Labrador.Hoy la Nueva Canción sigue activa en gente como Inti-Illimani, Quilapayún, Manns o los hermanos Parra, y su relevo ha sido tomado por nuevos trovadores y músicos de fusión latinoamericana. Sólo tres décadas más tarde, relanzada por la industria a fines de los '90, esta música marginada por años recuperó su lugar al alcance del público.
Violeta del Carmen Parra Sandoval, hija de un Profesor de Música, don Nicanor Parra y de una Costurera y Cantora, doña Clarisa Sandoval Navarrete, nació el 4 de octubre de 1917, en San Carlos, Violeta Parra tuvo ocho hermanos de padre y madre más dos medio hermanas, La niñez de Violeta y sus hermanos no fue fácil, ya que debido a las precarias condiciones económicas debieron trabajar desde muy pequeños. Sin embargo siempre vivían rodeados de un ambiente artístico, ya que su padre tocaba violín y piano, según Violeta era el mejor folclorista de la región, y su madre cantaba hermosas canciones campesinas. A los 12 años la niña Violeta ya comienza a componer canciones, tuvo un breve paso por la Escuela Normal, cantó en improvisados circos y negocios de la capital. A mediados de los años 50 obtuvo el Premio "Caupolicán" como la mejor folclorista del año. Representó al país en Francia y en Polonia en el Festival de la Juventud. En 1957, la Universidad de Concepción la invita a estudiar el folclore de la zona. En Francia editó discos y dictó clases en la Universidad de la Sorbona. En París en 1964 presenta en el Museo de Louvre su famosa exposición de tapices y arpilleras. Muchas de sus canciones en esta época tienen un fuerte contenido social, de crítica al sistema imperante y resistencia ante el autoritarismo y las desigualdades. En este sentido, algunos de los títulos más representativos son: “Miren cómo sonríen”, “Qué dirá el Santo Padre” y “Arauco tiene una pena”. El En 1965 Violeta Parra regresa definitivamente a Chile e instala una gran carpa en la comuna de La Reina, junto a sus hijos Ángel e Isabel, y destacados músicos chilenos como Víctor Jara, Patricio Manns y Rolando Alarcón. El gran objetivo de Violeta es convertir ese espacio en un gran centro cultural en el que se difunda el folclore nacional y latino americano.En 1966 viaja a Bolivia "El Rin del Angelito” y “El Albertío”. Violeta Parra muere el 5 de febrero de 1967. Se suicida en su Carpa de la Reina a la edad de cincuenta años. Tres años más tarde es editado su libro Décimas, por impulso de su hermano Nicanor.
Víctor Jara fue un destacado cantautor, actor y director de teatro. Nació el 28 de septiembre de 1932 en La Quiriquina, pequeña localidad cercana a Chillán.Luego de la muerte de su madre, Víctor ingresó por un pequeño lapso al Seminario Redentorista de San Bernardo, en 1947.El 1957 ingresó a estudiar Teatro en la Universidad de Chile. El mismo año ingresó al grupo de cantos y danzas folklóricas Cuncumén.Recibió el título de Director Teatral en 1960 y tres años después formó parte del directorio del Instituto de Teatro de la Universidad de Chile, ejerciendo como profesor. Al poco tiempo, Víctor Jara se convirtió en uno de los mejores directores de teatro de la época.Paralelamente a sus múltiples trabajos en teatro, Víctor Jara continuó interpretando y componiendo canciones. Fue uno de los fundadores del movimiento "La nueva canción chilena". En este ámbito, se convirtió en director artístico del grupo Quilapayún entre 1966 y 1969. Además, compartió escenario con grandes artistas de la música chilena, como Inti-Illimani y Violeta Parra.El compromiso político de Víctor Jara fue constante en su vida. Militó en las Juventudes Comunistas y participó activamente en la campaña presidencial de Salvador Allende de 1970.Con el triunfo de la Unidad Popular, Víctor Jara fue nombrado Embajador Cultural de Chile.El 11 de septiembre de 1973, Víctor Jara fue detenido en la Universidad Técnica del Estado. Luego fue trasladado al Estadio Chile, lugar en el que falleció luego de ser acribillado el 16 de septiembre por efectivos militares.
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